LA ADOLESCENCIA EN CUARENTENA.



Aspectos psico sociales




Es importante recordar que la adolescencia es una etapa de gran intensidad emocional, con gran actividad física, social y energética. También es un momento de la vida del ser humano en la cual las expectativas hacia los otros y hacia sí mismo son muy elevadas. Producto de la historia personal, comunitaria, social, cultural y aspectos como la globalización, los medios de comunicación masivos, las redes sociales, entre otros, los jóvenes en la adolescencia van construyendo representaciones sociales acerca de la importancia de sus actividades presentes y futuras, como deben actuar, pensar y sentir son interrogantes cambiantes y sumamente relevantes en el día a día de los jóvenes. Los valores, identidades en construcción, expectativas de los Otros determinan sus decisiones, muchas veces para ser reconocidos por su grupo social. En esta etapa la interacción social y su aceptación juegan un papel preponderante, es por ello que pensar en la adolescencia en tiempos de pandemia y de cuarentena social merece un espacio aparte.

El iniciar el año escolar, una actividad deportiva, cultural, implican intereses, fantasías, retos que pueden envolver emociones, pensamientos y conductas muy altas. El cambio brusco no considerado puede originar diferentes reacciones tan intensas como la vida misma de esta etapa del desarrollo humano. La tristeza, amargura, depresión, rabia, impotencia, incertidumbre, angustias, miedos pueden estar presentes por diferentes motivos. El joven que iniciaba un nuevo ciclo, una nueva relación de pareja, una nueva actividad, el ultimo año escolar con sus implicaciones de cierre de ciclo, verán empañadas todas sus expectativas, y si el desenlace no es como el esperado, o soñado la frustración aparece también intensamente.

En cuanto a la atención de las y los jóvenes, es necesario reconocer que la situación de cuarentena debe producir en muchos adolescentes (12-18) una enorme frustración. Siendo este período de la vida un momento de la búsqueda de la interacción social, donde los pares adquieren un lugar preponderante, donde es importante la búsqueda en el afuera para escapar de la endogamia, quedarse en casa generará gran malestar en muchos de estos muchachos y muchachas. En otros u otras, donde se ha producido una búsqueda del aislamiento o una inhibición, quedarse en casa presentará un alivio pero también puede producir a la larga, un inconveniente para su desarrollo psicológico.

Los padres, tendrán que escuchar la frase estoy aburrido o aburrida hasta la saciedad. Ese aburrimiento puede estar tapando una gran desilusión al no poder cumplir con planes, proyectos, ilusiones muy alrededor del encuentro con otros. Las fiestas de fin de año, para quienes están culminando el bachillerato, la famosa fiesta de graduación, reuniones, etc.

Recuérdese que para un adolescente el tiempo tiene una cualidad diferente a la del adulto. En cuarentena, ese tiempo parecerá infinito.

Por eso, estos jóvenes buscarán refugio en los encuentros por medio del internet. Resultaría muy antipático poner trabas, juicios a su práctica. Es distinto a proponer o negociar límites a su uso. En caso de que esa posibilidad esté cerrada por la razón que sea, puede producir mayor resistencia, malas caras, irritabilidad, oposición a las normas establecidas para la convivencia. Una forma de protesta y de lucha por la identidad.

Cuando los padres, las madres o los adultos en la casa tienen acceso a posibilidades variadas en lo cultural, es posible encontrar el camino para estimular y animar al muchach@ a encontrar otras formas de satisfacción. Pero, ¿cómo estimularlos? ¿Cómo llegar a ellos, si los adultos de la casa, el padre o la madre, no tienen estos recursos? Es cuando la posibilidad de los estímulos provenientes del exterior, la escuela a distancia, la educación a distancia, toman un lugar importante.

Por ello, se recomienda hacer llegar a las familias orientaciones sobre la importancia de:

1. Conocer y reconocer la adolescencia como un período de la vida en la que se configuran los rasgos de las persona en su tránsito hacia la adultez, se establece la individualidad en relación con la familia, se incorporan las pautas de relacionamiento social con los iguales y la sociedad, se elaboran los sueños a futuro, las expectativas y los ideales;

2. Identificar el significado de los comportamientos “típicos” como expresión de dicho proceso: el aburrimiento constante como una búsqueda de sentido y satisfacción de necesidades que emergen sin tenerlas claramente identificadas; la “rebeldía” o la oposición a las órdenes de la familia como mecanismo de reafirmación de la individualidad a través de hacer valer “su voluntad”, la flojera como reacción a los cambios físicos del propio cuerpo así como mecanismo de distanciamiento ante la diversidad de situaciones e informaciones que deben integrar como adultos y que van descubriendo o la “hiperactividad” o necesidad de realizar actividad física intensa ante la necesidad de configurar su imagen corporal en función de los ideales sociales; la “hipersexualización” de toda conversación (los famosos “chinazos”) como expresión de su preocupación sobre la sexualidad y el despertar sexual del período por el que atraviesan;


En este sentido, se recomienda facilitar orientaciones a las familias que aporten hacia:

1. Tener paciencia con los adolescentes y actitudes de comprensión amorosa pero firmeza en el cumplimiento de las actividades acordadas y que son su responsabilidad;

2. Tener paciencia con sigo mismo/a ante la irritación y molestia que las situaciones que el o la adolescente provocan;

3. Permitir que la o el adolescente tomen decisiones en relación con sus responsabilidades, como horarios para el estudio, cumplimiento de labores en el hogar, momentos para el entretenimiento, formas de entretenimiento, tiempos de conexión…

4. Procurar momentos de intercambio en el que se puedan conversar sobre lo que sienten y piensan de la situación, sus temores, sus fantasías, sus expectativas, con disposición a intercambiar ideas y opiniones sin criticar o contradecir. Usando siempre la pregunta y permitiendo que se expresen libremente.

5. Fomentar momentos para el intercambio familiar divertido, compartiendo música, bailes, juegos, chistes, que permitan el acercamiento sin presión y libre de todos y todas.

6. Respetar los momentos de privacidad y aislamiento de las y los adolescentes, sin invadir ni cuestionar ni bromear sobre lo que hace o no.

7. Compartir y reconocer la incertidumbre y las dudas sobre la situación que se atraviesa, que permita la construcción de expectativas o planes comunes a futuro, ofreciendo seguridad y compromiso.

8. Promover en las y los hijos adolescentes el llevar registro de su actividad, pensamientos y sentimientos como mecanismo para el seguimiento de estos aspectos de manera que pueda reconocer los cambios, la variabilidad y el justo valor de la temporalidad.

9. Escuchar sus inquietudes y sentimientos, establezca un dialogo sincero y comprensivo siempre que sea posible, puede expresar también sus sentimientos que son tan importantes como los del joven.

10. Establecer en conjunto Normas y Reglas claras (todo el grupo familiar) un horario con ciertas rutinas, el o la adolescente puede diseñar su propia rutina diaria coordinada con la del resto de la familia

11. Desde el punto de vista pedagógico es importante poner al día las materias, las tareas pendientes, que le permitan cerrar el ciclo iniciado.

12. Buscar información de interés académicas futuras. Alternativas e intereses.

13. Es el momento para buscar películas, juegos, música de interés y organizarlos y tenerlos a mano

14. Compartir con amigos y amigas vía internet, llamadas telefónicas de tenerlos, sin abusar de ese tiempo.

15. Escribir lo que se siente y piensa para luego compartirlo con los amigos y amigas. Llevar un diario

16. Hacerse el reto de aprender algo para lo que nunca se tiene tiempo

17. Si se debe salir a buscar algún alimento puede acompañar al adulto con todas las medidas de protección, esto le puede permitir ver por si mismo lo que ocurre y encontrar el espacio social cercano.


La cuarentena social puede ser aprovechada para reencontrarnos con nosotros mismos y con la familia, ratificar valores, afianzar creencias y ampliar saberes. Es un momento para valorar y re pensar lo que hacemos y lo que nos gustaría hacer. Re encontrar lo que verdaderamente importa y como alcanzarlo.

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