EN VENEZUELA NO HAY NARCODICTADURA, HAY MUCHO PETRÓLEO
Venezuela es
noticia de primera plana en todo el mundo. Pero se trata de una visión sesgada,
muy diferente a la que se vive cuando se recorren las calles de la nación
suramericana que posee las reservas de petróleo más grandes del planeta.
Así lo expresa Marcelo Colussi, psicólogo y filósofo nacido en Argentina
que vive hoy en Guatemala.
El experto en
su artículo “Venezuela bajo fuego mediático”, señala que todo indica que
se está incubando una guerra de invasión. “De momento, las acciones son
mediático-psicológicas, pero preparan condiciones para (muy probablemente) una
posterior intervención armada. ¿Por qué esta guerra? Esta no se puede entender
solo por causas endógenas: debe verse en el marco de lo que significa Venezuela
y del papel jugado globalmente por la principal potencia capitalista mundial:
Estados Unidos. Lo que mueve todo esto es la afanosa e imperiosa necesidad de
petróleo de la gran potencia”.
Marcelo
Colussi vivió en Caracas entre los años 2006 y 2008, y recientemente
volvió a la capital de Venezuela para participar en el Primer Foro
Internacional “Violencia y Operaciones Psicológicas en Venezuela”, que se
realizó los días 12, 13 y 14 de junio. Por esta razón le preguntamos cómo
encontraba a la Venezuela de 2017.
“Se han venido
afianzando procesos, se consolida la propuesta de la Revolución
Bolivariana, pero me preocupa mucho es el creciente desarrollo de
una ofensiva en contra de la población. Se trata de una ofensiva psicológica,
que deviene en una serie de operaciones que pretenden quebrar a
la sociedad, lo veo con la preocupación de un ciudadano extranjero,
que llega eventualmente al país, ahora ustedes que lo viven a
diario, pues se lo explican mucho mejor”.
Explica que las
manifestaciones violentas que han generado más de 80 muertos, son generadas
desde laboratorios de guerra psicológica y tienen un objetivo muy claro,
sacar al presidente Nicolás Maduro del poder. “Eso no hay que perderlo de
vista”, enfatiza.
“Se vende
la imagen de una Venezuela en dictadura, de una narco-dictadura como se
le dice ahora, de una dictadura castro-comunista, se vende la
imagen de un país sin democracia, en guerra civil, desabastecida, no se
consiguen alimentos, no se consiguen medicinas, esa es la imagen que se
vende: un país caótico. La idea pertinaz, repetida enfermizamente hasta el
cansancio, es que en Venezuela tiene lugar hoy una feroz dictadura que hambrea
a su población y la reprime brutalmente. Eso se complementa con la imagen de un
país en crisis al borde de la guerra civil, ingobernable. En otros términos:
todo aquello que para la visión de Washington constituye un “Estado fallido”, y
que, por tanto, clama por la intervención extranjera para salir de la crisis”.
Pero Marcelo se
sorprende al contrastar la infame propaganda que se hace en contra
de Venezuela y de su pueblo, y la realidad que experimentó cuando visitó
Caracas.
“El
desabastecimiento, el mercado negro, la crisis financiera, las muertes
cotidianas, el temor inducido de la población, el clima paranoico con el que se
trata de dividir el país en forma visceral entre chavistas (“malos”) y
antichavistas (“buenos”) es una monstruosa campaña mediático-psicológica
orquestada por quienes ansían no perder sus negocios, ni sus cuotas de poder”.
El
escenario no es fácil, por lo que el experto alerta sobre la necesidad de
acabar con la impunidad, ya que no es posible que unos pocos jóvenes logren
crear zozobra en toda una sociedad y se asombra ante la actitud complaciente de
la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, con los “guarimberos”, situación
que se debe tomar muy en serio. Por lo que aconseja una respuesta
más dura como Estado revolucionario, porque enfrenta una guerra de
operaciones psicológicas muy bien diseñada, y es imperioso impedir su avance.
Sostiene que en
Venezuela hay una guerra “de baja intensidad”, “híbrida” y hay que enfrentarla
en todos los niveles, ya que cualquier momento los intereses imperiales
pueden solicitar una intervención armada o una intervención multilateral
por parte de los organismos internacionales con la aprobación de la
llamada “oposición”.
“Es muy
peligroso este escenario: fuerzas de paz, fuerzas de ayuda humanitaria.
Ellos vienen con la espada desenvainada, vienen dispuestos a todo, esto es muy
peligroso para cualquier movimiento popular en Latinoamérica y el mundo”,
alerta.
Explica que las
famosas protestas “pacíficas”, que paradójicamente terminan con ataques a las
instituciones públicas, en linchamientos y quema de seres humanos vivos, desde
el punto de vista del comportamiento humano no son acciones pacíficas, ni
civilizadas.
“Es el montaje
de operaciones disfrazadas que terminan en acciones de tipo fascista, como
linchar a alguien, quemar vivo, prenderle fuego a un hospital con los pacientes
adentro, eso no tiene nada de pacífico, eso es fascismo puro”.
Explica que en
Venezuela ocurre una protesta manipulada, ya que le han lavado el cerebro a un
sector de la población diciéndole y haciéndole creer que el chavismo es malo,
que le van a quitar sus propiedades, etc. Es una mentira repetida cien veces
que han convertido en verdad, es la aplicación de métodos que actúan en
el cerebro de las personas y las llevan a actuar de forma disociada, así
como a un grupo de jóvenes pagados y bajo efectos de drogas los
convierten en seres autómatas, por lo tanto, no es una protesta racional y
mucho menos pacífica.
Para concluir
no señala que en Venezuela no hay narco-dictadura, hay petróleo, mucho
petróleo. “Eso es elemental entenderlo ya que se convierte en un botín de
primer orden y las potencias están tras él”.
Marcelo Colussi
Psicólogo y Licenciado en
Filosofía.
Psicoanalista, investigador social, catedrático universitario.
Escribe regularmente en varios medios digitales.
Integrante de la Red por una Psicología Nuestramericana
Integrante de la Red por una Psicología Nuestramericana
Entrevista realizada por: Ramón Martínez M.
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