TRUMP, EL GASLIGHTING Y SAMUEL MONCADA




Se ha señalado que “el gaslighting es una malicia extremadamente traicionera que busca que el otro se crea que está loco”. El manipulador falsea la realidad y niega los hechos hasta lograr su objetivo en la otra persona. El término gasligting surge de la película de George Cukor: Gaslight (1944), hermosamente traducida al español como La luz que agoniza, protagonizada por Ingrid Bergman. En este filme estadounidense el marido hace que su esposa dude tanto de sí misma que acaba por creer que se está volviendo loca.
El marido es un hábil manipulador que le va haciendo creer a la pobre mujer que la realidad no es lo que ella ve, sino que es un invento de su mente.
A mi manera de ver en la táctica del gaslighting confluyen los tres tipos de mentiras según J. L. Borges: 1, falsear la realidad, por ejemplo, decir que el sol es negro; 2, ocultar la realidad, “El que calla una verdad miente sin abrir la boca” cantaba Martín Fierro; 3, reafirmar la realidad para que sea descreída, es como cuando un hombre se está vistiendo elegantemente y se perfuma, su esposa le pregunta ¿para dónde vas?, y él contesta en forma socarrona y despectiva: “Me voy a ver con una mujer”. El marido le está diciendo la verdad, pero se la está diciendo de tal modo que hace pensar a la mujer: “Si me lo dice tan abiertamente debe ser mentira que se va  ver con una mujer”. Pero lo cierto es que en verdad se va a ver con una mujer.
Estas manipulaciones las podemos observar en las personalidades psicopáticas. No me queda ninguna duda de que el Presidente Trump pertenece a esta tipología. Su gestión ante la pandemia ha sido errática y ha generado una verdadera tragedia en EE.UU. Un hecho lamentable pero que ilustra nuestra afirmación fue lo ocurrido cuando dijo que se debía ingerir desinfectante para matar al Coronavirus, lo que provocó la intoxicación de centenares de personas en su país.
Cuando una periodista le preguntó si asumía responsabilidad por el daño causado a esas personas dijo simplemente: “No, no asumo responsabilidad”. Así se comportan los psicópatas, nunca asumen responsabilidades y tratan de manipular a todo el mundo tratando de hacer ver que la culpa de todos sus problemas es de los demás. Los psicópatas mienten sistemáticamente y manipulan a los demás sin escrúpulos.
En días pasados el embajador Samuel Moncada afirmaba –con mucho acierto– en su cuenta en la red social Twitter que  se están llevando a cabo operaciones de gaslighting contra Venezuela y advertía que “para entender la perversidad de la propaganda de Trump” era necesario entender y manejar este concepto.
Ahora bien, el objetivo de estas operaciones de gaslighting, en este caso, es hacer ver el éxito de la Revolución Bolivariana en el manejo de la pandemia como un fracaso; mientras se presenta el verdadero rotundo fracaso de Trump ante la crisis del coronavirus como un éxito.
Cómo se ve, se trata de una operación sicológica que incluye: 1, falsear descaradamente la realidad; 2, sencillamente ocultarla; 3, el uso de técnicas de manipulación de la realidad mucho más sofisticadas.
Quienes condenaron a Sócrates a la muerte le decían a la gente: ”No escuchen a Sócrates, él puede transformar  la mentira en verdad y la verdad en mentira. No lo escuchen y sálvense de la confusión”. Pues bien, hoy podríamos escuchar de labios de Trump: “No escuchen a Maduro, él puede transformar la mentira en verdad y la verdad en mentira. No lo escuchen y sálvense de la confusión”. Es decir, el gaslighting en su máxima expresión.
Roger Garcés.
Psicólogo Clínico

Comentarios

Entradas más populares de este blog

REFLEXIONES ACERCA DE LA “MARGINALIDAD”

LA INDOLENCIA

DECLARACIÓN I FORO INTERNACIONAL DE PSICOLOGÍA