¿QUIÉN LE PONE EL TAPABOCA AL GATO?






El éthos implica asimismo una relación con los
otros, en la medida en que el cuidado de sí hace capaz de ocupar,
en la ciudad, en la comunidad o en las relaciones interindividuales,
el lugar adecuado —bien sea para ejercer una magistratura o para
tener relaciones de amistad—.
Michel Foucault,
LA ÉTICA DEL CUIDADO DE SÍ COMO PRÁCTICA DE LA LIBERTAD


Avanzamos en la cuarentena y nuestra cotidianidad parece ser otra ahora, rápido se acostumbra el ser humano a las situaciones, pero también necesita de ciertos controles para poder ejecutar las indicaciones para una tarea específica y más, cuando se trata de una tarea sinónimo de compromiso y responsabilidad colectiva. Conscientes estamos que confrontamos una situación que nos une en un sentimiento y una acción común, transversal a toda nuestra vida, que no sólo involucra nuestra nación sino que es de alcance mundial y por sus características representa un elevado riesgo para el bienestar colectivo. De este modo, el período de aislamiento social ha significado una reestructuración de la cotidianidad de cada persona, de cada familia, empresa, grupos de amigos y cualquier otra actividad sustentada en el encuentro humano, es decir todas las que hacen del mundo una experiencia de sentidos y significaciones. Los cambios ocurridos en nuestras cotidianidades han repercutido sobre nuestras formas de experimentar los valores, los afectos, nuestros esquemas mentales sobre las relaciones con las demás personas, nuestras aportaciones a la sociedad, incluyendo nuestras interpretaciones sobre las coyunturas nacionales.

El éxito de la cuarentena no se traduce únicamente en mantener bajos los números de casos, porque ciertamente ese es un logro. El mayor de los éxitos de la cuarentena está en la eliminación de las cadenas de transmisión de la infección por COVID-19. Es decir, para que surta efecto la cuarentena es indispensable la participación protagónica de todo el pueblo venezolano, a fin de fortalecer las alianzas sociales conjuntamente con lo establecido por el gobierno nacional para frenar la enfermedad en nuestra patria. Participar protagónicamente conlleva implicaciones personales y sociales que circulan en torno al compromiso, la responsabilidad y cooperación para mantener el bienestar colectivo de la población, en suma se trata de un asunto de reflexión ética que nos implica a todos y todas. Sobre este aspecto, el pensador francés Michel Foucault planteaba que el cuidado de sí representaba un acto ético en sí mismo, siempre interdependiente de la existencia de otros en el mundo individual de cada persona; no podemos pensar una práctica de libertad en momentos de coyuntura que sobreponga nuestros intereses personales sobre el bienestar colectivo, la ética de la libertad, productora de ámbitos de liberación subjetiva, implica el reconocimiento y valoración de las otras personas en el mundo de mi realidad, o lo que es igual, pensar en el cuidado de sí mismo implica reconocer los alcances e impactos de mis prácticas de libertad, cómo un comportamiento individual se traduce en consecuencias colectivas, algunas positivas y otras no tanto.

La actual pandemia ha puesto a prueba nuestra libertad, así como a nuestros impulsos individuales de permanente satisfacción de necesidades diferentes a las básicas, ha delimitado nuestra habitualidad social y recreativa, y por días que transcurren para profundizar estratégicamente en el cuidad al pueblo, parece que un egoísmo quisiera aflorar en algunos sectores de la población cuando se ha observado cierta ruptura del orden establecido por mandato presidencial y de acuerdo a las líneas estratégicas emanadas por la Organización Mundial de la Salud, con lo cual no sólo se rompe una regla sino que se pone en riesgo la salud y el bienestar del colectivo social. No podemos negar nuestras querencias y deseos, pero sí debemos preguntarnos cómo nuestras decisiones pueden afectar a otros, su salud, su economía, su bienestar. Las regulaciones están establecidas para el control de la pandemia en territorio venezolano, no obstante el éxito de estas sólo dependerá de la actitud y el compromiso que como colectivo social asumamos para asegurar el logro de los propósitos de la cuarentena; se trata de una acción conjunta donde quienes conformamos el pueblo sencillo tenemos la máxima responsabilidad de cuidarnos a nosotros mismos y cuidar a los otros, es como si cuidáramos a los demás como nos cuidamos nosotros mismos.

La resignificación del éthos en tiempo de pandemia es una tarea colectiva que demanda reflexión constante, autocrítica, autorregulación, diálogo, sobre todo una actitud de solidaridad y permanente ajuste a los cambios dispuestos por causa de esta situación sobrevenida. Nuestros afectos, emociones, creencias, esquemas, comportamientos, deben estar acoplados a una sinergia de acciones que determinarán el logro de los propósitos de la cuarentena, frenar la curva de casos y romper las cadenas de infección. Y cuando estos propósitos se logren, podremos comprender lo necesario que es asimilar que el éthos se reajusta para salvaguardar el patrimonio de la vida, nuestras costumbres y habitualidades se reordenan y resignifican en virtud de pensar en la construcción de un mundo realmente sano para vivir, donde podamos entender que la solidaridad, el respeto, la compasión, y la ayuda son pilares fundamentales en la convivencia pacífica de una nación fundada para la libertad y la soberanía.

Entonces, es apremiante asumir una actitud cooperativa con los planes de seguridad sanitaria desarrollados en Venezuela, asumir un comportamiento cívico y patriótico de cara al cuidado permanente de nuestros congéneres, de lucha por la salud de todos y de todas, acatar las normas establecidas durante la pandemia, evitar las sanciones o la radicalización de medidas más limitativas por causa de nuestro comportamiento desmedido. Las reglas están claras, expuestas y son del dominio público, o es que necesitamos una fuerza mayor para “ponerle el tapaboca al gato”. La salud de uno es un problema de todos y todas, es asunto colectivo y comunitario. La sanidad de nuestra nación, es tarea prioritaria del pueblo venezolano.

Dr. CÉSAR PÉREZ JIMÉNEZ
Psicólogo

Comentarios

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  2. Estimados.
    Me resulta interesante la reflexión en torno a la auto-crítica, el auto-cuidado y la auto-regulación, que son actividades netamente individuales pero en este caso, aparecen como una forma de solidaridad. Algo en este sentido también se dice en el articulo "¡que aburrimiento!" sobre la necesidad de la auto-exploración en el aburrimiento de niños, niñas y adolescentes.
    En función de lo dicho y para compartir actividades que se pueden hacer desde casa, los invito a despejarse con un poco de literatura en un blog amigo: https://nuestromatecocido.blogspot.com
    Saludos.
    Jeremías

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