DE ABRAHAM MASLOW A NICOLÁS MADURO



(Pasando por Henry Kissinger y Hugo Chávez)

PARTE I. LA TEORÍA DE MASLOW

            Abraham Maslow (*) fue un psicólogo norteamericano, fundador y participante de la corriente psicológica humanista y transpersonal, dedicado a la investigación respecto a la salud mental, a las necesidades y motivaciones, así como al potencial humano, que desarrolló un modelo teórico llamado “Pirámide jerárquica de necesidades y motivaciones humanas”, donde plantea que la satisfacción de los requerimientos más básicos del ser humano resulta o deriva en el alcance, logro, búsqueda o satisfacción de otros aspectos más complejos o superiores.
           Su teoría hace referencia a que las personas presentan o tienen necesidades estratificadas o estructuradas, es decir, por niveles de complejidad. La satisfacción de necesidades primarias o básicas posibilita, elicita o potencia el surgimiento de nuevas necesidades superiores. Supone, desde mi perspectiva, un planteamiento que complementa a la teoría de Erik Erikson respecto a la superación de estadios o conflictos ascendentes en el proceso del ciclo vital o desarrollo humano.
            La propuesta central de Maslow es que los seres humanos no solamente respondemos automáticamente a la estimulación exterior y a la cultura o simplemente somos movidos por fuerzas impulsivas, sino que tienden a la autorrealización a partir de la superación de necesidades o motivaciones iniciales, esto es, precisan realizar todo su potencial o tareas superiores en un equilibrio entre el mundo interno y lo exterior.
            Él elaboró un modelo explicativo de su teoría, que presenta las necesidades humanas en forma organizada. Estas son:
  • Necesidades físicas, fisiológicas o básicas: comer, beber, respirar, de eliminación (sudar, orinar, defecar, etc.), de recuperación (descanso o dormir), de placer sexual. En fin, todas las relativas al sistema biológico que posibilita la preservación de la vida. 
  • Necesidades de protección y seguridad: cobijo, vivienda, seguridad vital, estabilidad laboral, estructura, límites y orden. Lo que elimina el desamparo, la ansiedad o el miedo.   
  • Necesidades de afecto y pertenencia: son las motivaciones psicológicas que se realizan y maduran en el compartir, en la asociación o en la relacionalidad con otros afines: relaciones personales sanas y saludables: amistad, pareja, familia, comunidad. Evita la soledad.
  • Necesidades de confianza / estima: que implica el logro y el prestigio respecto a sí  mismo (autoestima) y respecto a la percepción de los otros para con uno mismo. Conciencia de autosuficiencia. En procura de la autoconfianza, la maestría o virtuosismo.  
  • Necesidades de ser o de autorrealización: Permanente compromiso por llegar a convertirse en la mejor persona que se pueda llegar a ser, que implica la búsqueda de experiencias humanas enriquecedoras, con relaciones y conexiones significativas, con conciencia de ayuda, solidaridad y cooperación, más no de competencia con su entorno inmediato y con el mundo. Con mucha presencia de humanidad, compasión, creatividad, espontaneidad, sencillez, pocos convencionalismos sociales, incorformidad, experiencias de bondad, amor, comprensión, armonía, entendimiento, buen humor y  felicidad. Son personas centradas en su realidad, en los problemas (propios y de otros)  y sus soluciones para el interés social, sin apariencias, genuinas y auténticas. Se saben interdependientes con el entorno, pero se basan más en sus propias experiencias o juicios y menos en la presión social.
             Ahora bien, si estamos hambrientos, si estamos inseguros o en permanente guardia; si nos sentimos frágiles, desamparados, deprimidos, solos, sin destino ni rumbo, en fin, cuando nuestras necesidades básicas no están satisfechas, entonces difícilmente podamos llegar a realizar nuestras potencialidades como personas y como pueblo o nación.
            Esa es la intención del Imperio, respecto al pueblo venezolano, a nuestro país y las naciones que decidimos ser libres, soberanos y unidos en la Patria Grande. Reducirnos a ser un pueblo desesperado y doblegado por el hambre, la violencia y el miedo.      
            Así, la guerra, la violencia delincuencial o el asedio alimentario no son nada nuevo como arma para someter a los pueblos que se levantan en rebelión o desobediencia contra el poder colonial.
            Ya hoy sabemos, gracias a los documentos desclasificados del gobierno de EEUU, referidos a la gestión del para entonces presidente Richard Nixon, en relación al gobierno de la Unidad Popular del presidente chileno Salvador Allende, que atacar la economía y la alimentación de una nación puede dar resultados favorables a la dominación. Dichos documentos revelan conversaciones, en donde Nixon le exige a su Secretario del Departamento de Estado, Henry Kissinger, que “hagan gritar la economía de Chile” para sacar a Allende del gobierno, evitar la propagación del “comunismo” por América Latina y además vengarse por la osadía de la nacionalización de las minas del cobre. Igualmente, en tales documentos se reconoce el apoyo y financiamiento al sector adverso al gobierno de Allende, así como el reconocimiento a la junta militar, encabezada por Pinochet, que dio el golpe de estado. 

 Mg. Fernando Pérez
Psicólogo Clinico y Desarrollo Humano

(**) Ver: Documentos desclasificados del Gobierno de EE.UU. revelan la política del ex presidente de ese país, Richard Nixon, con respecto a Chile y al gobierno de Salvador Allende.

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