ESA GENTE CHAVISTA
El último trimestre del 2015 es un nuevo reto
para la Gente Chavista,
las elecciones parlamentarias muestran una vez mas las maneras en que afloran
las descalificaciones y los candidatos que se disfrazan de chavistas. Nos diría
el Comandante “el que tiene ojos que vea”. Son varias las propagandas de TV que
utilizan, tanto para promocionar candidatos como empresas privadas, el color de
piel, las palabras, el verbo, la expresión y hasta los ojos de Chávez y las
canciones de Alí Primera. Se trata del descaro en su máxima expresión al
utilizar la resignificación que hizo el Comandante Chávez para visibilizar la
existencia material y simbólica del sujeto Pueblo. Llama la atención cuando en la opinión pública
una empresa privada que dota con neveras e implementos a una persona es más
importante que la inversión del Gobierno Bolivariano en alimentación, salud y
deporte.
Cuando no es la imitación es la descalificación
bipolar de la persona chavista: como gente buena pero ilusa, engañada, que le
lavaron el cerebro o como gente mala que tiene un bozal de arepa, es ignorante
y resentida. No nos dejemos confundir. Algo común que tiene la gente chavista
es su creencia en la transformación de las realidades, el reconocimiento del
estudio, el respeto por la diversidad, la lucha contra la exclusión que
representa la homogeneización de la experiencia humana. Como si hubiese solo
una manera de vivir válida y digna, donde unos pocos son los que tienen derechos heredados.
Somos millones las personas chavistas
luchadoras a dos tiempos. Quienes se forjaron la vida al margen del “desarrollo
pujante” de Venezuela y a fuerza de luchar juntos lograron construirse un lugar
en las ciudades ante los dirigentes que bajaron la mirada para no verlos en las
montañas mientras se servían de su mano de obra.
En tiempos más recientes de Gobierno
Bolivariano la gente chavista sigue luchando, participando de los variados
mecanismos disponibles para existir en la vida pública, siendo protagonistas de
las tensiones con el poder constituido, para constituirse progresivamente en
nuevas formas de poder.
También hay gente chavista que viniendo de
otras realidades con condiciones más favorables, sienten que lo mismo que han
tenido lo merece cualquier ser humano y que para lograrlo se requiere el poder
político. Uniéndose en la diversidad unos y otros, orientándose por “lo común”
como esa fuerza de hacer juntos, como chispazo contingente a los acontecimientos
y a las posibilidades que este tiempo de Gobierno Bolivariano es que podemos
hablar de la Gente Chavista como una fuerza política con sus propios códigos,
que el Comandante Chávez leyó permanentemente actualizando su visión y su
estrategia a los requerimientos y evolución del Pueblo. Antes de Chávez es
previsible que las personas individualizadas en el desconocimiento y la
descalificación se encontraran al margen de la vida pública.
La Derecha se vale de los signos del chavismo por la fuerza que tienen, sin ningún
interés por actuar o encarnar su significado. La derecha con variados
mecanismos descalifica y se burla cuando Chávez es referido como un padre, un
amigo, un hermano y un maestro, porque es precisamente, la direccionalidad de
sentido y significado la que permite a la gente chavista orientarse
históricamente para poder comparar, resistir y reactualizar sus visiones. Son
recursos psicológicos que requerimos fortalecer y aumentar.
La gente chavista resiste para existir, sigue
siendo el Gobierno Bolivariano con el chavismo como fuerza política la
posibilidad de ser, estar en tensión permanente entre lo constituido y lo
constituyente. En esas tensiones la gente chavista despliega unos códigos muy
propios que al pertenecer a la dimensión del ser no son fáciles de imitar o
transgredir.
Si bien esto no es lo único que sostiene la
posición política de la gente chavista podríamos decir que gran parte de los
recursos psicológicos con lo que contamos están anclados en la significación y
resignificación del ser “chavista”, ser persona, ser gente, ser pueblo, ser
luchadores y luchadoras, SER, existir, pertenecer a, participar en.
De la cantidad de personas que estén vinculadas
a ese deseo de ser, pertenecer, participar y transformar dependerá la
revitalización permanente que requiere el chavismo para ser proyecto político
que permita la concreción del “inédito viable”; el cual tiene como pilar
fundamental a la conciencia como motor energético propulsor de los cambios.
Esta crisis es precisamente un reto para esta
resistencia, porque necesitamos soltar las recetas, los procedimientos de otras
altitudes, el eurocentrismo que interpreta de manera insuficiente y muchas
veces erróneas nuestras realidades. Requerimos que como gente chavista sigamos
haciendo contingencias que como chispazos sigan encendiendo y aumentando la
llamarada afectiva, psicosocial, intersubjetiva que nos permite alcanzar la
victoria. Por eso para la
Gente Chavista siempre resulta acertado decir: “inventamos o
erramos”. Para seguir resistiendo debemos persistir en las innovaciones que
como gente chavista nos han caracterizado. Mientras tanto, otros intentarán con
mucha más fuerza que las incomodidades de la cotidianidad se nos impongan con
todas sus aristas desmoralizadoras y desmovilizadoras. No nos dejemos. Seamos
esa gente chavista con capacidad de estudio, distinciones y acciones
transformadoras ¡Inventemos!
Mg.
Irene Faría
Psicóloga
Social
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