UNA CONTRIBUCIÓN, COMO PSICÓLOGA INFANTIL, AL TEMA DE LA INSEGURIDAD Y LA VIOLENCIA


Los siguientes señalamientos encajan dentro del mandato presidencial expuesto el 15 de enero de 2014 en nuestra Asamblea Nacional conminando a las instituciones correspondientes a realizar una pronta revisión de toda la programación televisiva. Como psicóloga infantil, y basándome en investigaciones recientes sobre el desarrollo psicológico, puedo afirmar que el fenómeno de la violencia y una de sus inmediatas consecuencias, eso que estamos llamando la "inseguridad', es poderosamente estimulado por un determinado tipo de programas televisivos y también radiales que permitimos en nuestro país. Es indispensable acotar que también son responsables de la transmisión de estímulos negativos las diversas actividades en línea y los video-juegos que circulan en Venezuela. Muchos de los programas, telenovelas y series que transmiten algunos canales de televisión y radio no contribuyen al sano desarrollo psicológico infantil, y más bien son promotores, tanto de modelos inadecuados y antinaturales como de diversas patologías. Se observa cómo muestran, ilustran, exaltan y recrean la violencia, exponiendo a la desprevenida audiencia infantil y adolescente a antivalores y estímulos que rebasan excesivamente las pautas y etapas de su desarrollo evolutivo.

He aquí apenas algunos ejemplos de la posible relación entre lo anterior y el mundo violento e inseguro:

1. Las niñas y niños presentan tempranamente conductas de imitación, pero no son selectivos en aquello que imitan. En consecuencia, son propensos a imitar con facilidad a los personajes que observan en las pantallas de TV. Si estos personajes “modelo” recrean y exaltan violencia, desviaciones y patologías, sus efectos en la construcción de la personalidad adulta pueden ser devastadores.

2. Los adolescentes, en su constante búsqueda de la reafirmación de su identidad, son propensos a ser influenciados por “modelos sociales”. Si éstos son modelos que exaltan y recrean violencia, ello constituye una importante contribución a la alienación adolescente.

3. Por falta de una acumulación suficiente de experiencia, neurológicamente, el cerebro infantil y adolescente aún no ha desarrollado totalmente la capacidad de controlar sus impulsos. En consecuencia, es fácilmente atraído hacia la experimentación de situaciones novedosas. Si los “modelos” novedosos que ofrecen los programas televisivos y radiales exaltan y recrean la violencia, ésta puede apoderarse de la conducta del individuo en desarrollo.

Como conclusión, no dudo en afirmar que buena parte de la programación de determinados canales de la televisión venezolana representan un culto a la violencia, justificándola, tanto subliminal como abierta y explícitamente, constituyendo así un obstáculo, aunque no el único, en la construcción de una personalidad caracterizada por una cultura de paz.

Confío en que estos señalamientos, basados en investigaciones recientes del desarrollo psicológico, puedan servir como apoyo teórico al Ministerio del Poder Popular para la Comunicación en su gestión supervisora de los programas que se transmiten por televisión en Venezuela, incluyendo los canales por suscripción.
                                                                                                            

Alicia Gallegos de Losada
Psicóloga.
Maestría en Psicología en Desarrollo Humano
(UCV y Columbia University, Nueva York).

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