PSICOLOGÍA DE UN EVENTUAL ATAQUE AL SISTEMA ELECTRICO.
Este articulo fue escrito hace 16 años atras, a proposito de los ataques y saboteso que sufriamos en ese entonces, fue publicado en el 2003
En virtud de que la oposición irracional parece moverse signada por el arquetipo del “Mal”, estimamos pertinente analizar cuáles serían los elementos psicológicos que tomarían lugar en la población, ante un eventual ataque a las líneas de abastecimiento eléctrico.
Entre las consecuencias que acarrearía un golpe eléctrico, además de la paralización de las industrias, el suministro de combustible, etc. Esta el consabido apagón. En primer lugar debemos señalar que la oscuridad es también un símbolo. Recordemos que los símbolos movilizan energías inconscientes sin que para ello medie la conciencia. La oscuridad conecta, inconscientemente con la “oscuridad espiritual y, según Pérez-Rioja, con la imagen de Satanás, ya que se trata del “príncipe de las tinieblas”. Por lógica la oscuridad tiene que representar al demonio, ya que lo contrario es la luz, y la luz representa a Dios (en el reino de Dios todo es luz). Esa es la razón por la cual la oscuridad conecta con nuestros más ancestrales miedos. Es la razón por la cual el consabido “Miedo a la oscuridad” se hace tan frecuente, sobre todo en la niñez. La conexión inconsciente de la oscuridad con el “Mal” es lo que ha inspirado en la historia de la humanidad, toda suerte de mitos e historias de fantasmas y aparecidos. Son nuestros temores arquetipales los que afloran en la oscuridad. Son nuestros miedos ancestrales, inscritos en el inconsciente colectivo, los que toman lugar cuando se va la luz.
La frecuencia de eventos relativos al miedo están en relación inversa a la existencia de la luz. Es decir; si hay luz, no hay miedo ni cosas que dan miedo. Por ello se decía: “Los fantasmas se fueron de Caracas cuando llegó la luz eléctrica”
El miedo es un sistema de alerta que avisa a la persona que siente miedo, que hay algo que si lo enfrenta no va a saber cómo manejarlo. Por eso ocurre el miedo. Tiene relación con el caos, con la desestructuración, con el desorden. Haga un ejercicio: imagine que todo es oscuridad y usted tiene que curar una pequeña herida de un niño pequeño (una cortadita), tal vez la primera emoción que aparezca es la angustia: ¿dónde estará el alcohol? ¿Dónde estarán las curitas? Pero si se tiene control, certeza y conocimiento sobre el maletín de primeros auxilios, ya no hay angustia. De igual forma LA ORGANIZACIÓN es la mejor conjura contra el miedo que produce la oscuridad. El saber donde está cada cosa. Si la organización en una casa es la prevención más adecuada contra la oscuridad, la organización popular es la mejor defensa contra el caos que intentaría un golpe eléctrico.
La oscuridad corresponde a los miedos que se tienen, incluso antes de nacer. Estos son los miedos del estado psicoide (según Jung). Dice Cirlot que la oscuridad es anterior a la diferenciación de lo concreto, por ello corresponde al “Caos Primitivo” y por eso se relaciona con la “Nada Mística” o el “Vacío Fértil” es decir, con las vías de adentramiento hacia los orígenes: “Obscurum per obcurius” *. En este sentido hay una respuesta que prácticamente de manera natural el pueblo ejecuta, y se trata de esa tendencia arquetipal de la búsqueda de los orígenes. Es por ello que son tan agradables los cuentos de nuestras abuelas a la luz de una vela cuando se va la luz eléctrica. Las reflexiones interiores acerca de uno mismo también ocurren en estas situaciones, por ello no deja de ser nutritivo para el espíritu un apagón.
Las referencias en la Biblia, por tanto referencias arquetipales, a la oscuridad van dirigidas a la presencia de Dios en ella. En Éxodo 20,21 se lee: “Moisés se acercó a la oscuridad en la cual estaba Dios”. En 1ª de Reyes 8,2: “Entonces Salomón dijo: Jehová ha dicho que él habitaría en la oscuridad” Estas referencias hacen contacto con el carácter divino que tiene la oscuridad, ya que como habíamos sugerido, durante los apagones, una de las conductas que por lo general adopta el pueblo venezolano es la conducta de reunirse. La reunión ocurre ante una vela y la gente se cuenta cuentos de su infancia o historias de aparecidos, etc. Pero lo más significativo, es que durante los apagones la gente se reúne, es decir se comunica, se vincula. Anteriormente habíamos explicado que el amor tiene como correlato fundamental, la vinculación. Es por ello que la referencia Bíblica arquetipal está referida a que en la oscuridad habita Dios. Esto representa un punto en contra de los fascistas, ya que estarían generando vínculo, que es el elemento más peligroso para ellos. Recuerde el sabotaje petrolero, recuerde las colas para las bombas de gasolina. En las largas colas, la gente conversaba, se hacían amigos, se vinculaban. Podían estar un Revolucionario y uno de la oposición, pero después de varias horas, la comunicación era tan fluida y cordial que era como si se conocieran desde hace tiempo. En estas colas se generó vínculo (que es una tendencia general del ser humano) y esto fue negativo para la oposición. Ellos esperaban que la gente se peleara en las colas, que se atropellaran unos a otros para echar gasolina (cual es su esquema maléfico de pensamiento) pero nada de eso ocurrió. Más bien la gente se vinculó y se generaron nexos que aún hoy persisten.
Una pregunta dejo al aire: ¿Qué pasaría si ante un golpe eléctrico, el pueblo se reuniera en “Fogones Bolivarianos” a pasar la noche, a dialogar, a cantar, a hacer un sancocho?
Por lo antes visto, la oscuridad tiene varios elementos, algunos negativos y otros positivos.
Los elementos negativos de la oscuridad son:
• El mal.
• El caos.
• La confusión.
• La oscuridad espiritual
Los elementos positivos de la oscuridad son:
• La nada mística (la búsqueda de los orígenes)
• La comunicación (en la oscuridad está Dios)
La oscuridad conecta también con la idea de “Ciclo” (noche y día), por eso y como reza el adagio popular: “Mientras más oscura se pone la noche, más cerca está la luz de un nuevo día”. Por ello los fascistas tendrían que actuar rápido, ya que si la población cae en cuenta de la idea de ciclo, simplemente se esperaría el nuevo día y recomenzarían las nuevas jornadas. La oscuridad no será para siempre.
Para contrarrestar el lado negativo de la oscuridad y favorecer el lado positivo de debe:
•Organizar. Esto elimina el desorden, elimina la angustia que produce el caos. Se pueden organizar las cosas para que no se pierdan, se pueden organizar guardias de vecinos, etc.
•Reunir. No permitir el aislamiento. Esto es: Dar amor. El amor contrarresta la oscuridad espiritual, contrarresta el mal, por eso es que hay que vincularse, reunirse.
•La oscuridad conecta con el “miedo”, por ello se debe observar el miedo, se debe saber a qué es lo que se le teme, para organizar esa área de la vida. Recuerde que el miedo es un sistema de alerta que avisa que hay algo que uno no sabe manejar. Será por eso que “El hombre bueno no teme a la oscuridad” como cantaba Maelo
Como recomendaciones generales ante un apagón están:
•Comunicarse. Reunirse en familia, con los vecinos, con los amigos y hablar
•Organizarse. Saber dónde está cada cosa y organizar a la comunidad.
•Amar. Ofrecer el amor a los seres más cercanos y a la comunidad. Es decir vincularse y ofrecer afecto. REUNIRSE.
•Entender que se trata de un ciclo. Nada dura para siempre.
•Nutrirse del sistema de alerta. Saber qué es lo que nos quiere decir el miedo con su lenguaje.
* Obscurium per obcurius, Lléguese a lo oscuro por lo más oscuro, lléguese a lo oculto por lo más oculto. Antiguo axioma de los alquimistas.
Del Libro “Psicología para la Revolución” de José Garcés et al, del año 2003
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