¿CÓMO VAMOS A ACTUAR ANTE LA LA PANDEMIA DEL CORONAVIRUS?
En primer lugar, debemos aceptar que esto es una realidad, ante la cual debemos asumir una actitud de alta responsabilidad. Por
eso es que el Presidente y las autoridades gubernamentales se han dirigido en
forma seria y responsable al país todo y nos han explicado cuál es la situación
y las medidas que se tomarán. Muy probablemente, cuando vimos esas alocuciones
y escuchamos lo que se nos decía, muchos y muchas de nosotros y nosotras, sentimos zozobra e inseguridad.
El caso es que, situaciones como esta que tienen que ver
con nuestra salud y la salud de nuestros seres queridos (especialmente cuando
pensamos en nuestros hijos e hijas o en nuestros padres ancianos o enfermos),
nos ponen en un estado de máxima alerta
y también pueden generarnos mucho miedo.
El estado de
alerta es bueno porque nos predispone a movernos, a buscar información y a
actuar para enfrentar la situación. ¨Pero
el miedo es muy negativo y perjudicial ya que nos genera un estado
emocional sumamente aversivo y desagradable. El miedo nos lleva a vivir angustia, ansiedad, zozobra e incertidumbre,
nublando buena parte de nuestra manera de razonar y puede incluso paralizarnos
e impedirnos que hagamos lo que necesitamos hacer para prevenir y superar esta
situación.
Además, si no hacemos un esfuerzo personal por detenerlo,
el miedo tiende a escalar y a avanzar al punto que puede llegar a dominarnos.
Imaginemos por un momento qué pasaría si no hacemos ese esfuerzo y el miedo va
ganando esa batalla en cada uno y en cada una de nosotros y nosotras? Tenemos
que combatir el miedo con mucho carácter y mucha voluntad.
Y para eso, podemos reflexionar sobre algunas cosas….
Prestemos máxima atención a las comunicaciones y
orientaciones de nuestras autoridades gubernamentales así como de personas e
instituciones serias y responsables que muestren conocimiento del asunto y,
sobre todo, que muestren una actitud genuinamente positiva. Todo ello ayudará a
incrementar la comprensión racional
de lo que estamos viviendo.
Al mismo tiempo, es muy importante que, en tiempos como
los que estamos viviendo, desechemos todos los mensajes y comunicaciones “sensacionalistas”,
“alarmistas” o con clara intención “politiquera” que pueden estar circulando
muy especialmente en las redes digitales y que en nada nos ayudarán a enfrentar
la situación sino que más bien nos
atizarán el miedo y la incertidumbre.
Actuemos siguiendo las indicaciones de prevención que nos sugieren de manera responsable pero también apelando a la cooperación y a la solidaridad. Debemos pensar en que nunca habíamos vivido nada parecido y
necesitamos aprender. Será un
aprendizaje que debemos hacerlo en la
familia, en la comunidad, en el trabajo y en la sociedad.
Y, al mismo tiempo que vamos aprendiendo y vamos
compartiendo nuestras experiencias, debemos afianzar nuestros vínculos afectivos familiares, comunitarios y
laborales.
Hagamos también propósito para producir y compartir
mensajes de confianza y tranquilidad hacia nosotros mismos y hacia los demás y
evitemos las conversaciones y los intercambios cargados de incertidumbre,
temor, ansiedad y angustia.
Razonemos
con mucha ponderación y examinemos lo que nos dice
la información especializada sobre la
forma en que debemos prevenir al virus y también conozcamos bien cómo se
comporta y los efectos que tiene. A medida que nos vayamos familiarizando
con esta información, seguramente neutralizaremos el miedo y fortaleceremos la
confianza.
Al igual que muchos otros países, Venezuela se prepara
para enfrentar esta pandemia. Sabremos derrotar esta adversidad tal como hemos
venido enfrentando y derrotando las duras batallas que nos han tocado enfrentar
en estos últimos tiempos. Hagamos lo que tenemos que hacer y veremos cómo esta
pandemia pasará y quedará en el recuerdo como una batalla más que debimos dar y
de la cual volvimos a salir victoriosos.
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