FORO POR LA PAZ: “EL IMPACTO DE LA GUERRA PSICOLÓGICA EN AMÉRICA LATINA”
LA TRAMPA DE LA XENOFOBIA, EL ODIO COMO ARMA PSICOLOGICA EN LA GUERRA MEDIATICA
Venezuela está
inmersa en una guerra despiadada y no convencional y toda guerra es una disputa
política para la imposición de uno o unos sobre el otro u otros considerados
enemigos, amenaza, objetivo militar. Pero esta disputa no es algo coyuntural,
ni excepcional, si bien los medios nos han
focalizado en Venezuela sabemos qué hace parte de la geopolítica que
pretende justificar e imponer la narrativa de opresión de los pueblos, de la
dominación hegemónica capitalista donde
una pequeña elite se apropia del trabajo y el patrimonio de la inmensa mayoría,
llegando a extremos insostenibles donde el 1% es dueño del 50% de la riqueza
mundial mientras más del 40% vive con menos de 2 dólares diarios. La disputa
esta entre la extrema riqueza contra la extrema pobreza, un sistema que
pretende seguir siendo justificado y mantenido por todos los medios que puedan
pagar los poderosos, enormes equipos de investigación, laboratorios de guerra,
estrategias planificadas fríamente donde todo vale como lo han demostrado
histórica y geográficamente. El poder del dinero se impone sobre la razón, la
sociedad y la democracia. Para eso necesitan hacernos caer en la trampa, en su
juego de la violencia irracional.
En esta guerra
multifacética y multifactorial, la utilización de los mecanismos de control
social, manipulación comportamental, vigilancia, alienación han sido una constante
que se perfecciono y sistematizo después de la primera guerra mundial, siendo
denunciados ya desde siglos pasados entre otros por Marx, Foucault, Reich y
muchos más. Un sistema social basado en la esclavitud del hombre por el hombre,
basado en la preponderancia del capital sobre los humanos, sistema que abandonó
la utilización de las incomodas y poco estéticas cadenas físicas cuando aprendió
a utilizar y aprovechar las cadenas mentales y espirituales. La manipulación
del comportamiento individual y social para crear corrales virtuales que
impidan que las masas se desborden para exigir sus derechos, equidad, justicia
social y democracia. Crear escenarios controlados de guerra donde los factores
que determinan el comportamiento sean manipulados para conseguir la sumisión y
el doblegamiento de las mayorías.
Uno de los
mecanismos más utilizados para este control social es la generación y
utilización de las emociones del cerebro primario, odio, amor, miedo, del cerebro límbico que compartimos con casi
todos los animales y que nos ha permitido sobrevivir por encima de todo, mecanismo
que es capaz de priorizarse aún por encima de todos los otros impulsos que nos
hacen humanos, del neo córtex que nos da el pensamiento crítico, la
diferenciación de emociones, la asignación de sentidos, el arte, la poesía, la
razón. Es esta priorización, que logra desconectar la razón y el criterio y
utilizar toda la energía vital ante situaciones extremas para la supervivencia,
el que se manipula para lograr el comportamiento de masa, de manada, que solo
pueden entenderse desde la psicología primaria, la de los instintos y los
reflejos condicionados, los símbolos profundos del ello, los arquetipos.
Pero para ello
es necesario crear ambientes, escenarios activadores, disparadores de este
mecanismo comportamental primario, situaciones de guerra, escenarios de
inestabilidad y peligro que se amplifican mediáticamente : hambre, inseguridad,
carencias, incomodidad, rechazo y además identificar un enemigo, el otro o el
símbolo del otro percibido como diferente, el extraño a mi espacio de confort o
a mi cultura, configurándose entonces la xenofobia, el miedo y el odio
irracional por el diferente, por los considerados extraños, descalificándolos, promoviendo y exacerbando la intolerancia.
La promoción y
utilización de la xenofobia dentro de estos escenarios reales o creados de
desesperanza y crisis fue el principal mecanismo de manipulación de
comportamiento utilizado por el nazismo, alrededor de ello funciono la
maquinaria de propaganda, dándole una caracterización despreciable al extraño
amenaza: judío y una magnificación del estado manada: el ario, restaurar la
grandeza pasada. La xenofobia, basada como todas las fobias en el miedo y el odio
irracional, es la única fobia en que se pretende desaparecer, aniquilar al
supuesto causante, convertir la cotidianidad y la convivencia en algo extremo de
vida o muerte, por eso ha sido tan utilizada en todas las guerras, el dios griego
Fobos daba la fortaleza a los guerreros para evitar la cobardía y la huida en
el combate, su traducción como “pánico” explica esa particular mezcla entre
miedo y odio irracional, incluso de amor inconsciente por los identificados
como mi manada, todo esto motiva la lucha aunque también puede ser la huida.
Por lo tanto el
sistema disciplinador del capitalismo necesita mantener un ambiente precarizado
y precarizador, de zozobra, de empobrecimiento cíclico, que mantenga esas características
bien diferenciadas del ambiente ideal de éxito, una división mental marcada
entre fracasados y pudientes, una falsa polarización que esconda, que enmascare
la real, ante la evidencia de la ilegitima desigualdad de clases global,
inducen la responsabilidad individual por el fracaso y la pobreza, la auto
explotación, la auto discriminación, la auto condena y el autocastigo cuando no
se ajustan al orden disciplinario establecido, lo que además permite usar el
mecanismo de desclasacion fascista, donde las clases intermedias a pesar de ser
explotadas defienden los intereses de sus explotadores en su aspiración de
parecerse a ellos y alejarse de los “despreciables pobres” (por vagos y brutos,
sanducheros, mal olientes, sin glamour, promiscuos).
Esto explica
porque en Venezuela se ha dado tanto énfasis en la percepción de precarización del
bienestar, porqué la importancia del boicot económico dentro de la estrategia
militar de dominación, porqué el cierre obstinado y criminal de la libre
movilidad, porqué la alteración de la paz social, porqué el ataque a la
seguridad de toda la sociedad, al entorno inmediato, a los más preciado
familiar, a los hospitales, los centros infantiles, es un patrón
estratégicamente planificado por laboratorios de miles de técnicos, a los que se les paga muy bien por sus
productos, sofisticado software de escenarios y probabilidades estratégicas, ejecutado inicialmente por paramilitares y
sicarios pero que pretende y logra involucrar, al lumpen, burgués o no, a los desclasados,
motivados adicionalmente por la imagen de héroe, macho beta que reta al macho alfa
por el dominio de la manada, aunque es evidente y claro que no tienen ninguna
posibilidad de victoria militar, son usados como carne de cañón
propagandístico, a sabiendas de que los xenófobos rara vez actúan de manera
individual , solo lo hacen como manada y cuando tienen garantizado el
anonimato, actuando como victimarios del crimen de muchedumbre.
Además de la
guerra económica, la guerra mediática tiene el mismo objetivo, activar y
mantener los desencadenantes de la xenofobia, el miedo y el odio irracional que
anulen la razón y el criterio propio, que permitan, que abran la llave del condicionamiento conductual directo y
operante de Pavlov y Skinner, la disociación cognitiva, el aislamiento del
entorno y de la realidad, aceptando una realidad virtual, un mapa conceptual,
que no se corresponde con la realidad evidente, desde ahí se construye la pos
verdad y la plus mentira, aprovechando, además un terreno fértil cultivado por
acumuladores compulsivos y abusadores del poder desde hace milenios, una
estructura de carácter del empobrecido, debilitado,
sumiso y una estructura de carácter del privilegiado, de las clases
medias, individualista, competitivo,
territorial, cruel, excluyente, ellos serán el escudo y la cara bonita de la
explotación inmisericorde.
Saben bien que
su poder no está en la verdad, sino en su manipulación, creando matrices de información
sesgada que demuestren mediblemente su
incidencia en el manejo de la opinión pública y que logren disparar el mecanismo de urgencia
límbico que desactive la razón, luego que se consigue esto, ya no importa si lo
que se dice es un rumor sin fundamento, una acusación temeraria, fusilan
mediáticamente a todo aquel que sea declarado objetivo militar, generan
histeria colectiva para mantener el pánico. Basan su estrategia en la
activación y uso de la irracionalidad del cerebro primario, no les interesa
ninguna propuesta que implique usar el criterio o la razón consensuada, un nuevo
pacto de convivencia como la Constituyente o las asambleas comunitarias, no les
interesa la democracia directa o la organización social respetando todos los
actores, eso desactivaría la urgencia límbica, necesitan sembrar el rumor, la
cizaña, aumentar la desconfianza, la inseguridad, exacerbar la xenofobia,
mostrar al empobrecido, sus valores y sus líderes como una amenaza para su
civilización de las castas y las desigualdades justificadas por sus dioses. Aprovechan
el miedo a la libertad que nos cuenta Erich Fromm y el síndrome de abstinencia
que les causa pensarse sin cadenas y sin amos, Han utilizado el viejo cuco del
comunismo, el socialismo y ahora hasta de la democracia efectiva. Necesitan
mantener el estado de emergencia
emocional para que puedan desestabilizar y desarmar los tejidos sociales, las
instituciones democráticas, el Estado Nación, derrotarnos como sociedad
organizada, borrarnos y exterminarnos como sucede en Libia o Palestina,
convencernos de que no nos merecemos este país con sus recursos, que debemos
ser echados de nuestro territorio como
los millones de migrantes del medio oriente que recorren miles de
kilómetros con sus familias pidiendo compasión o como los millones de judíos
que saltaron resignados en los hornos crematorios nazis.
Al igual que la
dinamita, el problema no es el odio, el miedo o el amor, el problema es su
manipulación, el uso que se haga de ellos, la fobia no es en sí misma una
patología, es un mecanismo de defensa y sobrevivencia, son expresiones de vitalidad y no debemos ni
podemos suprimirlas, pero si racionalizarlas evidenciándolas colectivamente,
procesándolas dentro de las dinámicas sociales, canalizándolas como creadoras y
no como destructoras, hay amores que matan, hay odios que reviven, el miedo
debe ser nuestro aliado, la poesía, la solidaridad, son muestras de esa
canalización creativa constructiva. La evolución del conocimiento humano debe
ser una apuesta por aprovechar nuestra inteligencia colectiva para el bienestar
de las grandes mayorías, un mundo mejor es posible solo si logramos vencer la
perversidad de los impotentes enfermos de poder, de los que prefieren el amor
por el poder antes que el poder del amor. Un mundo mejor es posible si logramos
vencer la mañosería de la elite financiera con su aparato guerrerista
multinacional, si logramos utilizar todo el conocimiento evolucionado de la
humanidad para el beneficio de todos y no para manipular y seguir abusando del
99%, para sanarnos nosotros y a nuestros pueblos y no para seguir propagando las enfermedades,
en especial la enfermedad emocional de la esclavitud disfrazada de libertad
consumista. Un mundo mejor es posible solo si logramos recuperar nuestra razón
colectiva por encima del individualismo excluyente, si logramos unirnos desde
la racionalidad del bien común restableciendo nuestras potencialidades y
funcionalidades, nuestro contacto con la realidad evidente, con nuestro
sustento planetario, si desaprendemos la mentira y temor irracional por el
otro, si recuperamos la capacidad y el placer de abrazarnos, de conocernos y
reconocernos, de aceptarnos en nuestra maravillosa diversidad, si logramos superar el espíritu de la
confrontación por el del reencuentro y del compartir, si logramos reencontrar
el espíritu de amor sinérgico con el otro y con el entorno que nos enseñaron
nuestros ancestros y el que debemos mejorar colectivamente, si recuperamos la
alegría colectiva de la minga, el amor por el taita inti, el odio racional y
fundamentado por el verdadero enemigo sin rostro, invisible que nos carcome la
alegría, controlándolo y superándolo socialmente. Otro mundo mejor solo es
posible si revolucionamos la mentira, el oprobio, la opresión, la ideología necrófila
capitalista empobrecedora, liberando la alegría comunitaria, creando,
potenciando y redistribuyendo las enormes riquezas, no solo la financiera, que
son y deben ser patrimonio colectivo de la humanidad. No es tarea fácil, pero
estamos comenzando, Venezuela y sus colectivos comunales son un gran ejemplo de
ello, por eso también son un gran peligro para el capitalismo y ellos lo saben,
también debemos saberlo y acompañarlo nosotros.
MS. José Ariza
R.
Psicólogo
Social y Contracultural.
Activista en Colectivos de Solidaridad, Comité
Antimperialista de Solidaridad con Venezuela, Casa de los Pueblos, Colectivo
Iniciativa Quito, Movimiento Animalista.
Integrante de la Red por una Psicología “Nuestramericana”.
Email: josermano@gmail.com - comunicacionsur2@gmail.com
Integrante de la Red por una Psicología “Nuestramericana”.
Email: josermano@gmail.com - comunicacionsur2@gmail.com
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