DAKA Y CONSUMO
«Yo
he ordenado inmediatamente la ocupación
de
esa red y sacar los productos a la venta del pueblo
a
precio justo»
Presidente
de la República: Nicolás Maduro
Uno es responsable de lo
que dice, mas no de cómo se interprete. Cuando yo escucho que no
debe quedar nada en los anaqueles de un local, en tiempos de
acaparamiento, pienso en que los locales deben estar surtidos y bien
gordos, llenos de mercancía a disposición del sueldo y bonos
navideños de las personas, y que los mismos deben estar no a un
precio especulado según la idea de una escasez o un dólar no
oficial, sino a un precio justo, porque hay productos para el consumo. (1)
Ahora bien, de las
distintas sucursales de Daka hasta el momento en Valencia se desbordó
el deseo consumista de manera no tradicional al modelo del mercado
compra-venta, mientras que en las otras sucursales se hicieron largas
colas para comprar a precio justo. Ambas fueron acciones
interpretadas desde la frase «que no quede nada en los anaqueles» (2)
¿Por qué se dieron dinámicas diferentes?, ¿Por qué ciertos
medios se hicieron voces multiplicadoras de una noticia por sobre la
otra?, e igual de duda me genera saber ¿Por qué ciertas personas se
identifican con esa empresa que no produce nada en el país, que lo
que hace es importar, que vive de la banalidad, que no aporta nada
significativo a la sociedad?, ¿Es que se identifican desde la
preocupación de sufrir las mismas consecuencias por sus posesiones
personales? ¿Qué importancia tienen las posesiones personales acá?
Estamos en tiempos donde
la identidad ya no se corresponde a eso en lo que uno ejerce como
profesión, esa época donde ser una profesión era la estampa de la
identidad cambió, ahora uno puede optar por ejercer varias
profesiones, o empezar a ejercer profesionalmente en otras áreas,
sea por una apertura de opciones o por una dinámica podrida del
sistema laboral, pero la gente se dedica a lo que puede en unos casos
y a lo que (re)quiere en otros. Y aunque sigue siendo parte de lo que
define nuestra identidad personal, el punto de identificación que se
a tomado con las cosas, con lo que se compra, ha tomado un rol
poderoso: tener un tipo de celular determinado, de vehículo de
transporte, de ropa, etcétera, constituye parte en la definición
identitaria de una persona. No digo que sea bueno o malo, simplemente
es. Que te puedan despojar de las cosas implica que te puedan
despojar de una parte de ti, y aún más, que cualquier persona pueda
apropiarse de eso también te quita identidad, o al menos te mimetiza
con el colectivo y lo que te hacía único entre pocos ahora te
diluye en las posibilidades de la mayoría.
Más allá del discurso
moralistoide de tomar lo que se desea de Daka sin pagar ¿Es
realmente eso lo que le molesta a ciertas personas o es en general
sentir que la meritocracia económica en la cual creen fielmente no
les permita construir una identidad que les de caché, estatus, por
sobre otras personas? Porque la verdad es que no todas las personas
que se indignan al hablar de Daka se indignan de la misma manera con
la problemática del raspacupismo, en ninguna de sus dos versiones,
es decir, quien raspa el cupo de otras personas tiene una lógica
quizás un poco más «viva» (viveza en todo su sentido peyorativo)
que la persona que viaja pensando «no voy a dejarle ni un solo dólar
al gobierno», pero, me pregunto ¿Les duele que no le dejen ni un
solo televisor a Daka pero no les duele no dejarle ni un solo dólar
al país?, ¿Con qué cara se mantiene un discurso moralista?
Por otro lado, no estoy
personalmente a favor de un desaforo consumista, ni de que la
felicidad se pueda percibir solamente en la identificación con un
producto a la venta, porque eso es la base de la alienación en
contraste con la autorrealización marxista, es decir, esa felicidad
obtenida del producto durará hasta que se tenga ese producto y luego
se desplazará a cualquier otro, así es el mercado actual, en cambio
la autorrealización va produciendo una sensación de gusto interno
que se obtiene de lo hecho y lo logrado por medio de ese proceso.
Pero, cuando sucede un hecho concreto hay que tomar una postura, y
ante el hecho de Daka (en sus dos versiones), mi postura es que se
debe tratar de entender cuán profundo ha calado la necesidad de las
cosas y cómo se puede cambiar esto, siempre y cuando las personas
que tienen posbilidad económica de acceso a esos bienes sepan
renunciar a ellos de la misma manera que moralistamente le exigen a
quienes no pueden acceder con tal facilidad, y si no lograran
autosustraer su deseo personal, creo que juzgar las largas colas o la
adquisión de los productos sin pago previo es un acto hipócrita.
Eleazar Rodríguez
Lic. Psicología
1. Hasta el momento no se antepone acá la
lógica socialista frente a la lógica del consumismo desaforado del
capitalismo
2 Con esta frase continúa el epílogo del
artículo, sacado de: http://www.aporrea.org/contraloria/n239556.html
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