LA REALIDAD: ¿UN CALIDOSCOPIO POLITICO?
El presente
artículo tiene la intención de abrir un debate sobre lo que vemos a diario, hay una realidad
vista, percibida y aceptada por un grupo político y negada, invisibilizada,
rechazada, por otro grupo.
Encontramos un grupo de personas contra revolucionarias
que no ven una realidad que para los revolucionarios es algunas veces obvias y
otras no tanto. El revolucionario tiene autocritica, y ve los problemas que
existen, busca la forma de entenderlos, de contextualizarlos y de enfrentarlos,
y por mas insólito que parezca no
siempre está enterado de lo que hace el gobierno. Para la oposición, la realidad de los logros de la revolución,
los índices, números, cifras y obras
reales, no existen, y las mentiras a veces dantescas sí la creen y además, las reproducen, las fomentan y las difunden.
El debate teórico, cotidiano, práctico nos debe llevar a intentar explicar esta
situación, entenderla pero también nos puede dar luces de cómo revertir algunas
de estas representaciones, o percepciones que son a todas luces
incomprensibles. Las noticas difundidas por la derecha son cuestionadas, analizadas
y explicadas por el sector revolucionario, se busca la veracidad y se debate
pero en el sector contrarrevolucionario esto no es así, la noticia emitida por
sus medios es aceptada como verdad absoluta, en cambio las noticias de la revolución,
cuando las ven, simplemente son negadas,
a pesar que puedan tener en sus ojos la realidad. Ejemplo de ello ha sido la
misión vivienda Venezuela, está ahí ante los ojos de todos y todas, se camina
frente a los nuevos urbanismos y no reconocen su existencia como gran misión, argumentan
que es solo el edificio que ven, o que es una remodelación de lo que allí
existía y si no pueden explicarse la existencia con eso, entonces comienzan a
descalificarlo de manera reiterada, que no tienen garaje, que no tienen
ascensores, que las ventanas son pequeñas, que los materiales son malos y se
van a caer, cualquier cosa que niegue lo
que simplemente se ve. Es curioso su rechazo ante lo que hace la revolución
pues al ver una noticia simplemente cambian el canal y ya, no escuchan es un
rechazo total y ante las pruebas la respuesta visceral e incontrolada.
El manejo de la
guerra psicológica ha afectado mucho más a la oposición, las emociones,
pensamientos y conductas son más intensas y negativas, la guerra económica ha
afectado mas a la población chavista en ambos casos la razón juega un papel
determinante.
Hemos dicho
muchas veces que para constatar a los rumores y verificar la información desenfrenada y sistemática de
los diversos medios de comunicación, incluyendo las redes sociales, debemos
hacernos preguntas que nos hagan evaluar la realidad, desde la psicología
clínica es el llamado a la “prueba de realidad”, es decir aquello que te sitúa en el aquí y ahora, que además
certifica lo que te pasa realmente. Incluyendo la opinión y percepción de los
otros, así es como podemos saber si una alucinación es tal o no, si todos lo
vemos nos encontramos en un fenómeno claramente real y colectivo, sin embargo la interpretación o el
significado de ese objeto puede variar
Las representaciones
sociales y las percepciones individuales con la explicación personal
históricamente definida dan una racionalidad a los fenómenos, por ello siempre
sugerimos la prueba de realidad a la vivencia de cada quien, frente a la
aseveración que “nos matan de hambre”, por ejemplo, nos preguntaríamos ¿realmente
he pasado hambre? ¿He pasado alguna de
los tipos de comidas (desayuno,
almuerzo, cena) sin recibir alimento?, ¿cuánto tiempo tengo sin comer? O frente a estar sin dinero, preguntamos ¿cuánto
tenemos en el banco, en la cartera, en bienes? y ahí verdaderamente podemos saber si eso es
cierto. Además bajamos angustia y asumimos
el control de la realidad, planificamos y avanzamos.
La prueba de
realidad en la mayoría de los casos nos confronta con esas percepciones ajenas,
creencias, actitudes, rumores, interpretaciones y además nos ubica en las
potencialidades, posibilidades de resolver lo que en algún momento decimos o
dicen los otros, sabiendo cual es la práctica de lo que hacemos y como lo
hacemos. He visto por ejemplo, calles cerradas, agresiones a propiedad por
parte de vecinos, personas que gritan, golpean cacerolas en medio de vías
públicas y sus pancartas dicen “abajo la dictadura” o “Libertad”. Uno
puede en realidad estar en desacuerdo con el Gobierno, local, regional o
nacional, pero decir en medio de esa
escena, cosas como esas, es realmente una incoherencia.
Otras veces
necesitamos al Otro para que vea nuestra realidad y con la pregunta del Otro
también nos ubicamos, eso son practicas no necesariamente terapéuticas sino
incluso cotidianas. Si la persona utiliza preguntas que muestran otro tipo de
explicaciones, esta pregunta puede ayudar a valorar la seguridad o certeza de
nuestras razones, creencias e incluso interpretaciones, preguntas que apuntan a
¿crees que esa es el único motivo? O ¿qué otra razón puede haber para esto? O ¿crees
que un dictador permitiría hacer esto? En cuanto a la guerra económica, por
ejemplo, si es el gobierno el responsable de esto ¿te parece que esto ayuda al
gobierno? Dentro de las campañas manipuladoras, y los malestares ocasionados se
lavan las manos, como si todo lo que se
consume en el país es del Estado y en consecuencia lo administra el gobierno
actual, o como si los dólares que llegan por petróleo estuviese intactos, o
como si lo que han ganado los empresarios en estos años de revolución han sido
invertidos en el país!! Siempre explican todo
desde el conflicto y todo recae en el gobierno, ¿es que no hay otros
responsables o participantes? y ¿si los
hubiera?
Para la
psicología la prueba de realidad nos permite distinguir los estímulos del mundo exterior con los estímulos internos, y prevenir la posible
confusión entre lo que el sujeto percibe y lo que meramente se representa, cuando
la oposición dice que las obras de la misión vivienda son solo maquetas y luego
pasas por una avenida y ves los edificios, lo que debe haber en aquellos que
creyeron en la oposición, es la duda y así comenzar a hacerse pruebas de realidad
frente a otros comentarios, pero, ¿es eso posible cuando la distorsión de la
realidad responde a creencias políticas que han sido reforzadas por más de 10
años?
Según el psicoanálisis,
en sus primeras etapas “el aparato psíquico no dispone de un criterio
para distinguir entre una representación, fuertemente catectizada, del objeto
satisfactorio y la percepción de este. Ciertamente, la percepción se halla en
relación directa con los objetos exteriores reales y proporciona «signos de
realidad», pero éstos pueden igualmente ser provocados por la catexis de un
recuerdo, la cual, cuando es lo bastante intensa, conduce a la alucinación.
Para que el signo de realidad (también llamado signo de cualidad) posea el
valor de un criterio cierto, es necesario que se produzca una inhibición de la
catexis del recuerdo o de la imagen, lo que supone la constitución de un yo.
Como puede verse, en esta etapa del pensamiento freudiano, no es una «prueba»
lo que decide sobre la realidad de lo que se representa, sino un modo de
funcionamiento interno del aparato psíquico.*
Ante esto ¿cuál
es el modo de funcionamiento de este panorama político? No podemos entender si
hay diferenciación entre lo representado y lo percibido, la comparación entre
uno y otro permitiría rectificar las deformaciones de lo que se percibe pero,
desde lo que ocurre hoy no es así, y además estas representaciones generan
odio, desesperación, depresión, terror, sentimientos profundos y
desestabilizadores del mismo aparato psíquico cuya responsabilidad también es
atribuido a las representaciones pre fijadas.
Al ser además
representaciones compartidas por el entorno cercano o afectivamente significativo,
el cuestionamiento de esa percepción es imposible, es mas solo permite el
reforzamiento permanente. Lo que hace que
el grado de su “realismo” aumente y en consecuencia también la
credibilidad en aquello que sustenta esta representación. Si por algún mecanismo
interno se logra romper esto y se comienza a percibir la realidad desde otra perspectiva
entonces las emociones que aparecerían también pueden ser devastadoras. Actualmente
encontramos emociones intensas y extremas, emociones que impiden ver la
realidad real, no las percepciones, ni representaciones, sin dudas no son alucinaciones
pero también, sin duda, la distorsión de la realidad existe. Las pruebas a las
que podemos someterlos tampoco ayudan porque solo con preguntar a veces somos
objeto de agresión creo que la realidad es un caleidoscopio, se mira y se ve de
acuerdo con el movimiento que se haga, la luz y sobre todo la disposición. Lo que
contienen los espejos, en este caso son convicciones ideológicas o políticas o
manipuladas en el mejor de los casos y allí, quizás el amor y el tiempo ayuden
a cambiar la imagen.
Lic. Ovilia Suárez
* Diccionario de psicoanalisis
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