DESABASTECIMIENTO: ANSIEDAD Y REALIDAD
Estaba en un automercado haciendo cola para pagar. Y conversando con la gente que estaba delante de mí, tres mujeres, salió el tema del desabastecimiento, o más bien, el tema de las compras nerviosas. Una de ellas contaba que tenía una vecina que se ponía como ansiosa porque no había harina de maíz, ni papel tualé, ni aceite. Una vez ella necesitaba un paquete de harina y su vecina se lo prestó, bajaron al maletero del edificio y ella vio con asombro que su vecina tenia almacenada harina de maíz, aceite, papel tualé, “tú sabes, por si acaso”. La señora justificaba a su vecina: “es que se pone muy ansiosa, como nerviosa y entonces sale a comprar”. Pero también afirmaba que aquello se le podía echar a perder almacenado allí. “Si yo tuviera plata, haría lo mismo”, dijo la señora que estaba detrás de mí. Entonces yo les dije que era cierto que uno podía sentirse ansioso al ver a otras personas comprar grandes cantidades de productos que no se conseguían a diario en los estantes, pero