MI PRIMERA VEZ…. (en la Milicia)

Un psicólogo pintándose de verde Luego de haberme inscrito en cuanto lugar tenían planillas para incorporarse en la milicia (cinco veces, siendo la última vez en la Esquina Caliente, en pleno corre y corre con el fulano decreto del obama ese), por fin me llamaron para incorporarme al Batallón San Juan, del Agrupamiento 13 de Abril de la misma parroquia. Ya he asistido en dos oportunidades a la Escuela Villavicencio, donde nos dan la instrucción militar. Y debo confesar que me cuesta. Para un ñángara como yo, es como difícil parársele firme a otro, saludar con la mano en la cabeza, ponerle el prefijo “MI” a cuanto carajo –o dama- se atraviese por delante, ya que todo el mundo es más antiguo que uno: mi teniente, mi sargento, mi cabo, mi distinguido. De vaina y no hay que decir “mi” nuevo. Confieso que con las damas no es tan difícil, pero la cosa cambia cuando se pone al frente un tipo coco pelao, o barrigón, o flaco, con bigotes, etc: “mí no sé qué vaina”. Bueno, gaj...